Te espero....no vienes....me impaciento

Los sueños envuelven mi cama

Te espero...no vienes..me impaciento

Otra noche más sin oler tu piel

Sin ver ni acariciar tu cuerpo,

Mantengo mi habitacion en penumbras

Mi imaginación funciona mejor.

Porque no puedo vivir en tu cuello?

Mi calor va subiendo de intensidad

entra por las yemas de mis dedos

recorre todo mi cuerpo sin remisión

mi miembro va creciendo irremediablemente

Para entonces ya has llegado

como por arte de magia, estas desnuda

lo primero que noto es tu olor

fresco, dulce, húmedo y salvaje.

Lo segundo que noto es tu boca

tú carmín morado revela tu dirección

mientras, mis manos acarician tu negro cabello

oigo palabras como: que bien cielo, no pares mi amor,

reconozco esa voz....es la mía.

No puedo más, necesito saborearte

nuestras bocas se juntan, se identifican

paso a tu cuello y sigo hasta tus senos

mi lengua se toma su tiempo, manjar de Dioses,

da rodeos hasta que alcanza las cumbres y juguetea como si fuera la primera vez que las viera

sigo mi camino por tu dulce vientre y me detengo un instante en tu precioso ombligo.

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De repente, como si de una montaña rusa se tratara, subo y subo hasta llegar a tu nuca, voy soplando dulcemente a la vez que desciendo por tu espalda hasta  tus nalgas, las beso, les doy ligeros mordisquitos que te hacen arquear la espalda y lanzar tímidos gemidos.

Te doy la vuelta y flexiono tus piernas

Quedo a centímetros de tu oasis y con una sonrisa mi lengua roza tus ingles, noto tu sobresalto.....y tu impaciencia, voy sin prisa buscando, despacio, lo encuentro, si pudiera, mi lengua gritaría de júbilo, en lugar de eso, lame tu clítoris suavemente, con movimientos a derecha e izquierda, hacia arriba y hacia abajo, tus gemidos ya no son tímidos y a mi me dan fuerzas, sigo cada vez con más vigor y ritmo, noto tus manos en mi cabeza, ayudándome y dirigiéndome, los gemidos se han convertido en gritos de placer, en palabras sin sentido, todo tu cuerpo se mueve al ritmo de mi lengua.

Al cabo de muchos minutos, yo de rodillas con mi cabeza apoyada sobre tus muslos, tú echada sobre mi espalda, sudando y exaustos permanecemos así largo tiempo, y sabemos los dos sin hablarnos, sin mirarnos....que ni mucho menos hemos acabado.......................................